Por dónde empezar
Es importante pensar en la primavera antes del invierno, en particular si sus máquinas estarán almacenadas en un garaje durante varios meses. Lo ideal sería mantener estas máquinas en posición elevada y almacenarlas de forma que sus ruedas no toquen el suelo, pero ya que esto no es factible en la mayoría de los casos, le recomendamos aumentar la presión de los neumáticos hasta el máximo permitido antes de dejarlas aparcadas durante largos periodos. En invierno también debe comprobar que la presión de los neumáticos no desciende. El estacionamiento prolongado con neumáticos poco inflados (o completamente desinflados) puede causar pinchazos. Posteriormente, cuando vuelva a inflar el neumático y la máquina se ponga de nuevo en marcha, estos puntos planos pueden causar vibraciones, ruido y tambaleo de las ruedas. En resumen, un funcionamiento incómodo.
El neumático y su memoria
Sí, es cierto. Un neumático tiene «memoria» y conserva su forma a partir de la posición en la que se quedó parado durante mucho tiempo. Si se produce un pinchazo en un neumático, una conducción corta (de unos 60 minutos) a la presión de inflado mínima para el vehículo en cuestión puede ayudar, ya que calentará la carcasa, restaurando su elasticidad y corrigiendo el plano.
Antes de salir en primavera
Lo primero que hay que hacer antes del primer viaje es comprobar la presión de los neumáticos. Al hacerlo, debe tener en cuenta las condiciones en las que se utilizará la máquina y ajustar la presión de inflado en consecuencia. También puede utilizar la aplicación móvil Mitas para evaluar la presión adecuada para diferentes cargas y velocidades. Recuerde que la presión de los neumáticos también se ve afectada por la temperatura exterior, por lo que debe comprobarla regularmente (idealmente a diario).
También debe realizar una revisión visual exhaustiva de los neumáticos, incluyendo los flancos y la banda de rodadura. Esto le ayudará a descubrir defectos, como bultos o grietas en los flancos, o un desgaste desigual de la banda de rodadura. Si observa algún problema, consulte a su distribuidor Mitas. También debería retirar cualquier objeto pequeño atascado en la banda de rodadura.
Compruebe también nimiedades como el tapón de la válvula. La válvula es una pieza sensible, y si falta el tapón, incluso un pequeño impacto puede provocar una pérdida de presión y, en consecuencia, un inflado insuficiente, haciendo que el neumático sea propenso a sufrir daños.
No se olvide de las llantas
También debe realizar un rápido control visual de las llantas, especialmente en el punto donde se asienta el talón del neumático. Concéntrese principalmente en las zonas que puedan tener impactos visibles. El talón es la parte más vulnerable del neumático y la que lo mantiene en la llanta, e incluso pequeñas piedras alojadas en ella pueden provocar pérdidas de presión.
La conclusión es que el cuidado adecuado (aunque sólo le lleve unos minutos) de sus neumáticos debería ser un ritual diario. A cambio, se beneficiará de una larga vida útil de estos elementos y de la conservación de sus valiosas propiedades.